Hasta en los casos leves de ansiedad por separación, el animal no come, bebe ni juega estando solo, ya que uno de los primeros síntomas de cualquier dependencia es la pérdida de interés por todo lo que no sea el objeto de adicción, ya que la dependencia tiene mucho de obsesión. Además de la tristeza que esta obsesión le provoca, el animal siente ansiedad (miedo a la soledad y al hecho de no saber qué pasará).
Esa angustia, sobretodo si va acompañada de nervios, es la que causa que el perro se desahogue destrozando (como válvula de escape) o ladrando (los ladridos le calman porque le agotan, a la vez que intenta contactar con alguien que responda a sus llamadas, por ejemplo otro perro).
Cuando el dueño está presente, el perro con ansiedad por separación suele tratar de llamar la atención de forma más o menos insistente. En los casos graves, el perro destroza o roba objetos, orina, etc. delante
de su dueño, como forma de chantaje emocional. Es tanta la necesidad que siente de obtener su atención que prefiere que le riñan, castiguen o incluso que le peguen antes que ser ignorado. Sin embargo, todos los extremos son malos. Aunque la continua exigencia de atención sea patológica, si su perro ni siquiera sale a recibirle cuando llega Vd. a casa habría que sospechar culpa-resentimiento o bien tristeza.
de su dueño, como forma de chantaje emocional. Es tanta la necesidad que siente de obtener su atención que prefiere que le riñan, castiguen o incluso que le peguen antes que ser ignorado. Sin embargo, todos los extremos son malos. Aunque la continua exigencia de atención sea patológica, si su perro ni siquiera sale a recibirle cuando llega Vd. a casa habría que sospechar culpa-resentimiento o bien tristeza.
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